Está claro que como entrenadores queremos estar rodeados de cuanta más gente mejor, tener un cuerpo técnico amplio siempre nos va ayudar y nos hará más sencillo nuestro trabajo, ahora bien ¿es eso síntoma de ser mejores?
Tal y como están las cosas en la actualidad, no podemos contar con todo el mundo que quisiéramos para rodearnos, lo que me lleva a hacerme esta pregunta, si pudiéramos elegir a la gente que nos acompañará durante la temporada ¿a quién elegiríamos? Es aquí cuando podrían aparecer varias respuestas, bajo mi punto de vista tenemos que ser ambiciosos y querer mejorar cada día, y lo haremos cuanto mejor sea la gente que nos rodea, por lo que tenemos que tender a acompañarnos de gente que esté lo más formada posible y que nos exijan y hagan que cada día tengamos dudas, que nos llevará a buscar soluciones y hará que entre todos se crezca tanto personal como profesionalmente.
El problema es que muchas veces no podemos elegir por diferentes factores con quien queremos estar, porque traer a tu lado a alguien con ya cierta experiencia, muchas veces es difícil, por lo que sí es este caso, siempre podemos optar por una opción más de “futuro”, cada vez como entrenadores tenemos más recursos para formarnos, quien no lo hace, en mayor o menor medida es porque no quiere, como entrenadores, apostar por gente joven y con ganas es más laborioso, porque tienes que hacer una labor grande como formador, pero tiene una parte que a nivel personal y profesional que es muy enriquecedora.
Tenemos que caminar hacía rodearnos de gente que nos haga mejorar, y que no nos digan que todo lo hacemos muy bien y nos aplaudan todas las decisiones, al final tenderemos a la comodidad y seremos más conformistas, tenemos que intentar que la gente que nos quiera acompañar se sienta útil y tenga responsabilidades, esto trae con ello el riesgo de que tenemos que implicarnos más en la formación de todos ellos y de que posiblemente estaremos más cerca de equivocarnos, pero día a día conseguiremos ser mejores y tendremos una satisfacción enorme dentro de cada uno de nosotros.
En definitiva, busquemos gente que quiera, que las hay, tenemos que intentar que entre todos el deporte crezca y que todos seamos mejores, y lo seremos cuanto mejor sea la gente que tenemos alrededor.
Colaboración M. Jesús Rubio
Pedagoga y Experta en Coaching Deportivo (Torrejón Sala, ADSUM e Infantil Femenino A, Rayo Vallecano )
Estamos en una sociedad donde en el ámbito deportivo, lo único que realmente importan son los resultados. Da igual el cómo, si el partido, la competición o las sensaciones han sido negativas o el estado de ánimo y los aspectos deportivos no han sido los esperados o no se han cumplido objetivos, mientras que se haya ganado. La victoria es la que realmente importa y mientras se gane, todo va bien.
Sin embargo, aunque de primeras pueda parecer una contradicción, ganar es lo fácil, ya que “parece” que cuando un equipo gana, todo va bien, no hay nada que mejorar y todo fluye de la mejor manera, haciendo sentir a todos sus miembros felices y contentos / as por su trabajo. Todo esto nos acerca más a nuestra zona de confort y no nos hace plantearnos aspectos a mejorar y puede que nos lleve a un rincón donde no veamos la realidad o nos cueste más hacerlo, por esa “euforia” producida por la continuidad de victorias.
¿Qué puede pasar si esa continuidad de victorias se ve interrumpida por una fase de derrotas o una bajada grande del rendimiento?
En el caso del deporte colectivo, si en una primera vuelta, los resultados han sido positivos y la mayor parte de los partidos o competiciones realizadas han terminado en victoria, todo hace que las cosas fluyan y todo se perciba como positivo, no dando a lugar a trabajar aspectos a mejorar o realizar evaluaciones. Los entrenamientos, las estrategias, las tareas, la convivencia del equipo, los aspectos técnicos, físicos y mentales no se revisarán y se corre el riesgo de entrar en un círculo en el que se trabaje lo mismo, no se mejore y nos acomodemos. Llevándonos a un punto de no consciencia de los aspectos a mejorar y no realizando una evaluación de nuestro trabajo y evolución, necesaria para ir cumpliendo objetivos en la temporada. En definitiva, se puede correr el riesgo de dejarnos llevar por esas sensaciones y acomodarnos en relación a objetivos, forma de trabajar y seguimiento de todo el conjunto.
Si en la segunda vuelta, llegan las derrotas / empates y no hay victorias, empezarán a aparecer numerosos problemas y dificultades que en la primera vuelta no se han podido detectar, ya que esa “euforia” por las victorias no nos habrá permitido ver y poder trabajar en ello. Aspectos en la metodología de trabajo, dificultades en la relación tanto del equipo como del cuerpo técnico y multitud de aspectos más, son ejemplo de factores que pueden verse
afectados y pueden aparecer cuando las cosas no salen como esperamos o cuando no estamos cumpliendo los objetivos que se han estado cumpliendo con anterioridad.
Por lo que es muy importante, desde el inicio de temporada, trabajar todos los aspectos que se puedan presentar durante la temporada, preveer y prevenir, pueden ser una gran clave para adelantarnos a situaciones que puedan pasar. Plantear qué objetivos queremos trabajar durante los diferentes momentos de la temporada, evaluar nuestro trabajo de manera constante, generar un clima positivo y favorecer la cohesión tanto del equipo como del cuerpo técnico… Son algunos ejemplos de aspectos a trabajar, no sólo cuando se acumulan victorias, sino objetivos de toda la temporada. Las derrotas y los momentos complicados, ponen a prueba a un equipo y si no se “han hecho correctamente los deberes” puede suponer que o bien el equipo se una ante las adversidades o bien pase todo lo contrario, que se fracture y el problema vaya a más, dificultando las soluciones a aplicar, siendo quizás ya demasiado tarde, de cara a la temporada, objetivos a cumplir y resultados.
Por lo que, al iniciar temporada es importante plantearnos qué queremos trabajar y cómo lo queremos trabajar, además de mantenernos en “alerta” constante tanto en épocas de victorias como de derrotas. Estando más pendiente en el caso de las primeras, porque es cuando se corre el riesgo, de acomodarnos y relajarnos en cuanto al cumplimiento de objetivos.
En lo tratado en este artículo, la psicología y el coaching deportivo tienen un papel muy importante, ya que trabajan muchas variables psicológicas durante toda la temporada tanto de jugadores como de cuerpo técnico para que puedan afrontar diferentes situaciones con las herramientas adecuadas.
Abel Nogueira, psicólogo deportivo y entrenador nivel II de fútbol sala comparte con nosotros este artículo publicado en epside.org.
Aprovechando el tan comentado cambio de portero en Holanda, en la tanda de penaltis del mundial, Abel analiza a Van Gaal como líder y lo que supunen ese tipo de decisiones a la hora de gestionar una plantilla.
Nueva colaboración del psicológo deportivo y entrenador de fútbol sala Abel Nogueira. En este extenso artículo, Abel trata de darnos a conocer lo que es la psicología del deporte, en qué consiste y su importancia en el entrenamiento actual.
Abel Nogueira, psicólogo deportivo y entrenador de fútbol sala, colaboró durante la temporada 2011-2012 con el juvenil del Lobelle de Santiago. En esa temporada, ante la disputa de la semifinal de copa en Burela y contra el anfitrión, con un equipo mermado y superando diferentes dificultades durante la temporada, Abel prepara este vídeo cuyo objetivo principal era generar confianza al equipo en sus posibilidades.
Ahora, nos comparte un artículo explicando los pormenores del vídeo, así como el propio vídeo.
Rubén López comparte otro vídeo montado cuando ejercía como psicólogo con el equipo Juvenil de Lobelle de Santiago en 2010-11.
Después de quedar campeones gallegos y pasar dos duras eliminatorias contra Peña Barcelonista en Melilla y contra Colo Colo en Santiago, viajábamos a Madrid para jugar la Final Four Juvenil. En semifinales nos enfrentaríamos a Talavera y, justo antes de empezar el partido, Rubén proectaba este vídeo al equipo, buscando reforzar los valores del club y del equipo, y la confianza en el trabajo que se había realizado...la motivación no era un problema.
Rubén López comparte con nosotros un vídeo montado cuando ejercía como psicólogo con el equipo Juvenil de Lobelle de Santiago en 2010-11.
El equipo se había clasificado para los octavos de final de la Copa de España juvenil, tras quedar campeón de su grupo de Galicía. Viajábamos a Melilla para jugar la ronda a partido único y, justo antes de comenzar el partido, proyectaba este vídeo, de contenido psicológico, reforzando valores del equipo y donde, más que un componente motivacional se buscaba reforzar la confianza y preparar al grupo para un ambiente hostil y un partido duro.
En esta ocasión, Rubén López presenta un artículo sobre el manejo de los arbitros en los partidos por parte de los entrenadores.
Rubén nos da 5 pautas sencillas para mejorar la convivencia con los arbitros, facilitando su labor y consiguiendo que no nos influyan negativamente en la dirección de partido.
¿Cuántas veces centramos nuestra atención en la actuación arbitral y dejamos de dar instrucciones y soluciones a nuestro equipo?
En esta nueva colaboración, Rubén López desgrana las claves psicológicas del juego de 5 en el futbol sala. El reglamento actual hace que la mayoría de los partidos se decidan en situación de 5x4 ó 4x5 y los entrenadores trabajamos esta situación hasta la saciedad, pero ¿le damos suficiente importancia al aspecto psicológico en una situación de máximo riesgo donde un error o acierto cuestan el partido?